La extracción o exodoncia de las muelas del juicio es un procedimiento de tipo quirúrgico que se lleva a cabo para extraer una o más muelas del juicio. ¿Sabes exactamente qué son las muelas del juicio y cuando es necesario proceder a dicha intervención? Sigue leyendo.
¿Qué son las muelas del juicio?
Las muelas del juicio son cuatro piezas dentales permanentes de las personas adultas, que se ubican en los extremos posteriores de la boca. Aunque lo más común es que estas piezas emerjan entre los 17 y 24 años de edad, hay personas que nunca llegan a tenerlas. Se puede detectar el crecimiento de estas piezas dentales porque causan dolor, hinchazón y, en algunos casos, incluso infección. No obstante, no siempre se presenta dicha sintomatología.
¿Por qué se realiza la extracción de las muelas del juicio?
Se procede a dicha intervención cuando no hay espacio suficiente en la boca de la persona para el crecimiento correcto de la muela, provocando lo que se conoce como muelas impactadas o retenidas. Cuando esto ocurre, la persona puede padecer los siguientes síntomas:
- Dolor
- Infecciones o enfermedades, como la periodontitis
- Acumulación de restos de alimentos en la encía
- Daños de los dientes próximos
- Complicaciones en los tratamientos ortodóncicos
Además, la extracción de las muelas del juicio también se realiza para prevenir futuros problemas dentales.
Preparación para la exodoncia
Aunque cada dentista o cirujano se encargará de explicarte personalmente el procedimiento, ya que se hará de forma personalizada en función de cada caso, te indicamos ciertos aspectos comunes que te servirán. En primer lugar, se optará por uno de los siguientes dos tipos de anestesia:
- Anestesia local: es la más común para este tipo de intervención. Gracias a ella, se bloquea el dolor de las encías, pero el paciente está despierto. En algunos casos se ofrecen sedantes para que se pueda estar más relajado durante el momento de la operación, incluso se puede optar por la sedación, que consiste en inhibir el conocimiento mediante una vía intravenosa.
- Anestesia general: en algunos casos más complicados, se puede optar por la anestesia general, en la que el paciente permanece totalmente dormido durante el procedimiento. Esta puede administrarse a través de una vía intravenosa, o bien inhalando por la nariz.
Durante el procedimiento, el cirujano o dentista encargado de extraer la muela del juicio seguirá los siguientes pasos:
- Incisión en el tejido de las encías para exponer el diente y los huesos.
- Extracción del hueso para acceder a la raíz de la muela.
- División de la muela para extraerla por partes.
- Extracción de las partes.
- Limpieza profunda.
- Cierre de la herida mediante puntos para facilitar la cicatrización. En algunos casos la extracción no requiere puntos.
Finalmente, se colocará una gasa encima de la zona intervenida para controlar el sangrado.
Cuidados después del procedimiento
Una vez finalizada la intervención, deberás seguir ciertas instrucciones para garantizar una buena recuperación:
- Sangrado: durante el primer día, el sangrado es algo habitual. Puedes cambiar la gasa para controlarlo.
- Dolor: tu médico te recetará algunos analgésicos para controlar el dolor durante los primeros días.
- Hinchazón: para prevenir el hinchazón e incluso posibles moratones, se aconseja mantener la zona fría mediante hielo en la mejilla.
- Alimentos y bebidas: es importante beber agua para mantener la boca hidratada, pero evitar bebidas como el café o el alcohol. Por lo que respeta a los alimentos, deberán ser blandos para controlar el dolor y la irritación de la herida.
- Limpieza: es de vital importancia no cepillar la zona afectada para que no salten los puntos (en caso de tenerlos).